Praga, una ciudad que atrapa
Praga, una ciudad que atrapa
Como esas muñecas rusas que se esconden una en otra y que en su versión checa llenan los puestos de artesanía que hay en cada rincón, en Praga se agolpan varias ciudades. A un lado del Moldava, que más que separar da la dimensión y perspectiva adecuada a cada parte de la ciudad, Staré Mesto (Ciudad Antigua) y Nové Mesto (Ciudad Nueva nueva para Carlos IV, quien la fundó en el siglo XIV) y en la otra orilla Malá Strana. Pero cada una de ellas, como en las matriushkas, esconde otra. En Malá Strana, con sus montes boscosos y sus calles empinadas, está el castillo, que es una ciudad en miniatura y donde se concentra, ayer como hoy, el poder del Estado. Y en la ciudad antigua se esconde Josefov, el barrio judío, el gueto natal de Kafka, tan ignorado en vida y al que hoy se le rinde homenaje en toda la ciudad.
Praga no es una ciudad llena de ...
> VER MAS